Según Valera (2009), el primer
signo presuntivo del embarazo sea la amenorrea o ausencia del período menstrual.
Debido a que puede ocurrir amenorrea por causas distintas a un embarazo, no
siempre es tomada en cuenta, especialmente si la mujer no tiene ciclos
regulares. Sin embargo, pueden presentarse varios signos más que, junto a la
amenorrea sugieren un embarazo, como son: la hipersensibilidad en los pezones,
mareos, vómitos matutinos, somnolencia, alteración en la percepción de olores,
y deseos intensos de ciertos tipos de alimentos (antojos). Esto lo puedes notar
a partir del segundo al tercer mes de la concepción.
Otro signo de sospecha del embarazo es el cansancio, caracterizada por
astenia, debilidad y somnolencia. Aunque algunas mujeres sienten renovada
energía, la mayoría confesarían sentir intensa fatiga. Algunas afirman quedarse
dormidas a cualquier hora del día, a veces al poco de haber salido de la cama,
y otras aseguran sentir tal somnolencia en la sobremesa. Otras sienten
cansancio pronunciado al llegar la noche. Dicha fatiga es a menudo
incontrolable y exige el sueño. Nunca se ha encontrado una explicación a este
extraño deseo de dormir. Es un síntoma frecuente en los primeros meses del
embarazo y se cree que es un efecto de la elevada producción de progesterona.
Esta hormona es un sedante para los seres humanos, con fuertes efectos tranquilizantes
e hipnóticos. En las etapas posteriores se presenta otro tipo de fatiga debida
simplemente a cansancio corporal, pero rara vez ocurre en el primer trimestre
del embarazo.
Al cabo de dos semanas de
ocurrida la fecundación se notará la ausencia de menstruación. El cese de la
menstruación en una mujer sana en edad reproductiva y sexualmente activa, que
hasta entonces ha tenido un ciclo menstrual regular y predecibles, es un signo
muy sugestivo del embarazo. Es un signo sospechoso del embarazo denominado amenorrea y no es exclusivo de la gestación.
Además del embarazo son causas de la amenorrea una enfermedad
física, algunas de cierta gravedad tumores del ovario, trastornos de la glámdula tiroides y muchos otros un choque muy
fuerte, anorexia,
el efecto de un viaje en avión, una operación, estrés
o la ansiedad
pueden retrasar la menstruación.
El cambio en el gusto y la
preferencia por ciertos alimentos puede ser uno de los primeros signos. Es
común el rechazo a ciertos alimentos, bebidas y olores como el humo de los
cigarrillos. A menudo se describe un sabor metálico en la boca que hace variar
el gusto por los alimentos. Se cree que los antojos se deben al aumento de los
niveles hormonales; a veces se experimentan en la segunda mitad del ciclo
menstrual por el mismo motivo. No satisfaga antojos con alimentos de alto
contenido calórico, cuyo poder nutritivo sea bajo.
A medida que se extiende el
útero, oprime la vejiga. Por tanto, ésta trata de expulsar pequeñas cantidades
de orina, y muchas mujeres sienten deseos frecuentes de orinar desde la primera
semana tras la concepción; quizás necesiten ir al cuarto de baño cada hora.
Esto también se debe al efecto de la progesterona, ya que es un potente
relajante de músculos lisos, (que es el músculo del cual está
formado la vejiga, el útero y otros órganos) lo cual sirve para manterner al
útero en reposo hasta el momento del parto. Salvo que sienta ardor o dolor al
orinar, no es necesario que consulte al médico. Hacia las 12 semanas, el tamaño
del útero aumentará, de modo que subirá y saldrá de la cavidad pelviana. Esto
reducirá la presión sobre la vejiga y la frecuencia de la micción por lo que la
vejiga se va hacia un lado.
Ocurre congestión y turgencia en
los senos debido al factor hormonal y la aparición del calastro.
Puede aparecer en etapas precoces de la gestación por el aumento de la prolactina,
entre otras hormonas. Las areolas se vuelven más sensibles e hiperpigmentadas. Las niñas típicamente desarrollan las mamas de manera no
simultánea, notando la aparición de un botón embrionario firme y directamente
retroareolar, debajo del centro de la areola, frecuentemente algo excéntrico.
Pronto se desarrolla el botón en el otro lado, aunque pueden desarrollarse
simultáneamente, y en poco tiempo las dos mamas van adquiriendo su aspecto
desarrollado habitual, bajo el estímulo de las hormonas
sexuales femeninas.
Existe una hiperpigmentación de
ciertas áreas de la piel durante el embarazo. Aparecen también en algunas
embarazadas estrías
abdominales y a nivel de las mamas. En otras pacientes se nota la aparición de cloasmas
a nivel de la piel
de la cara. Estas hiperpigmentaciones pueden presentarse con uso de anticonceptivos orales y en enfermedades del colágeno,
mientras que las estrías son también un signo en el sindrome de Cushing.
Como consecuencia del aumento en
la vascularización de la vagina y el cuello del útero durante el embarazo por el efecto
vascularizante de la progesterona, se nota que la mucosa de estas estructuras
se vuelve de un color violeta. A este cambio azulado de la mucosa vaginal y del
cuello del útero se lo conoce como el signo
de Chadwick - Jacquemier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario